Si no abres los ojos a la sociedad en la que vives y no pones tu grano de arena con lo que mejor sepas hacer, siempre estarás en deuda con ella.


Gloria Rodríguez López
 
Voluntariado
España , Pontevedra
 

Solo tienes que identificar aquello que te ilusione, que te motive y, por tanto que te mueva. Pero el voluntariado tiene un punto egoísta casi siempre. Recibes más de lo que das. Hacer voluntariado nos ayuda a ser realistas, a entender mejor a la sociedad, y a ser mejores padres.

Publicado el 15/11/2021

Gloria Rodríguez López

Mi familia y yo entendemos el “voluntariado” como la posibilidad de “devolver” a esa parte de la sociedad que por circunstancias médicas, económicas o sociales, no ha tenido la misma suerte que nosotros. Llevamos, de alguna u otra manera, haciendo voluntariado desde que nos conocimos Pablo y yo, pero mucho más intensamente desde que Paula y Guille, nuestros hijos, han sido lo suficientemente poco mayores como para comprenderlo.

Nuestros hijos siempre están con nosotros en todas las actividades porque no es lo mismo contárselo que que lo vivan, y nos ilusiona saber que estamos forjando en ellos esos valores imprescindibles para ser mejor personas y continuar la labor el día de mañana ellos, con sus parejas y con sus familias.

¿Actividades? Pues muchas. Empezamos donando todos nuestros regalos de boda: en lugar de hacer una lista de bodas al uso, creamos una cuenta solidaria para nuestros invitados. Fue maravilloso. Se desbordaron nuestras previsiones más optimistas y, gracias a sus aportaciones, pudimos construir con la Fundación Vicente Ferrer siete viviendas en la aldea de Palyam, en el distrito de Anantanpur (India) y desarrollar un programa de microcréditos para mujeres en Ghana con Manos Unidas.

Unos años más tarde se nos ocurrió con nuestra autocaravana regalar un café caliente a todos los caminantes que recorrían la Pontevedrada, marcha nocturna de Pontevedra a Santiago para promocionar y concienciar sobre la donación de órganos, sangre y tejidos (y a día de hoy seguimos haciéndolo), lo mismo colaborando muy activamente con la Asociación Fran Gil que apoya a los enfermos de Leucemia y trabaja para promover la donación de médula. También con la Asociación Española contra el cáncer y, como no, poniendo un granito de arena en el voluntariado de Afundación en la limpieza de playas, plantación de árboles y actualmente en el programa Cubertos. También, nos involucramos muchísimo con el pueblo de As Neves el año de los fatídicos incendios (preparamos una chocolatada solidaria, plantamos árboles (Con nuestro voluntariado corporativo y con otras entidades), buscamos donantes de pasto para los animales y llegaron de Palencia 16 toneladas de paja...). Ahora trabajamos también con el banco de alimentos de Monteporreiro y lo hemos hecho en varias campañas del de Pontevedra…

Quizás los dos momentos que más nos han marcado son el trabajo en As Neves y cuando hicimos El Camino de Santiago con Xuntos no Camiño. Nuestros hijos lo hicieron con nosotros junto con otros niños con problemas psicomotrices, discapacidades funcionales, descubrieron qué significa en un niño tener anemia… aprendieron lo que es imposible de aprender lamentablemente en las clases del cole o en tu zona de confort.

Solo tienes que identificar aquello que te ilusione, que te motive y, por tanto que te mueva. Pero el voluntariado tiene un punto egoísta casi siempre. Recibes más de lo que das. Hacer voluntariado nos ayuda a ser realistas, a entender mejor a la sociedad, y a ser mejores padres.

Si no abres los ojos a la sociedad en la que vives y no pones tu grano de arena con lo que mejor sepas hacer para intentar que sea algo mejor, siempre estarás en deuda con ella.

 
 

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